Por Sierra Alta, Benaocaz
Mientras subia, a mi izquierda quedaba la silla y abajo se podía ver ubrique y el cerro de la ciudad romana de Ocuri. En la parte alta de la sierra, se podían ver curiosas formaciones de roca caliza, algunas con formas divertidas y frente a mi, a lo lejos las ruinas del Castillo de Aznalmara . Ralentice mi paso y me armé con las cámaras dispuesto a “capturar” todo. A pesar de mi lento y cuidadoso caminar, unas perdices volaron asustadas por mi presencia, así que opté por caminar unos pasos, y deterneme a observar , para comenzar de nuevo a caminar. Así pude disfrutar del entorno, de las aves y de las estupendas vistas de la zona.
Un poco más adelante me econtré con un grupo de vacas que pastaban y rumiaban al agradable sol, las rodeé y continuando mi investigación de la zona. Una cabra montesa hizo su aparación en unos riscos cercanos, pero se fué tan rápido como apareció.
Tras llegar a los límites del cerro, un precipicio importante que daba a la carretera que lleva a Benaocaz, me hicieron dar la vuelta para volver al punto de partida. Pero durante todo el trayecto puede observar buitres leonados , currucas capirotadas , cojugadas montesinas y algunos otros que no supe identificar.
Ya de vuelta, y tras seguir un poco la carretera, di con un camino abandonado muy interesante, conocido como colada del chite, Este camino me llevó hasta la entrada al sendero del Ojo del Moro, y ofrecia unas vistas espectaculares a Ubrique, Benaocaz y toda la Sierra del Caillo.
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