Subida al Ventana.

En esta ocasión nos acercamos a la Sierra de Juan Diego, en los limites la Sierra de Grazalema para desde Benaojan, subir al pico Ventana y desde allí regresar hasta Montejaque, aquí teneís la ruta que seguimos.

La jornada comenzó como siempre en la gasolinera de Montequinto, donde tras reunirnos y presentarnos con los nuevos amigos que se han incorporado a nuestro grupo y tras distribuir las plazas en los vehiculos, partimos raudos para Benaojan, haciendo la correspondiente parada en Montellano para tomar un buen desayuno para comenzar la jornada con fuerzas.

Tras llegar a Benaojan y localizar el aparcamiento, iniciamos la marcha en un día esplendido, sin nubes y se podría decir que hasta caluroso (para ser diciembre). el camino ya comienza en pendiente desde el aparcamiento y tras pasar una zona de parcelas y fincas en semiabandono, nos adentramos en la montaña en una ausencia casi total de arboleda y rodeados de matorral,  pero con un camino que discurre mas o menos bien marcado dando un rodeo a la montaña.

Un R4 abandonado en el camino.
Los llanos de Libar con la Sierra de Grazalema al fondo
El pico Ventana a la vista.
Tras una hora de subida llegamos al punto desde donde tenemos opción de bajar a los Llanos de Libar o continuar hacia lo alto, disfrutando de unas vistas excepcionales de la Sierra de Grazalema, con el Simancon, Reloj o Torreon y también los montes de los montes del Parque de los Alcornocales. Desde este punto la subida se hace más empinada y dificultosa, aparte hacer acto de precencia las lapiaceas que hacían el camino más dificultoso aún y hacian necesario cuidar donde se apoyaban los pies.

Finalmente llegamos a la cubre y descubrimos el porqué del nombre del pico. Las vistas son espectaculares pudiendo vislumbrarse Ronda, el Torecilla y se podría haber visto Gibraltar y el mar pero las nubes tapan la zona oeste.

La foto de rigor del grupo





Las vistas chacia Ronda, con el Torrecilla a la derecha.
las vistas por el otro lado, creo que lo del fondo es Olvera o Pruna

El pariso de las lapiaceas


Una panoramica para cerrar las fotos.
Tras las fotos de rigor, y habernos deleitado con las vistas, decidimos comenzar el descenso, que nos llevo una hora y media aproximadamete con la parada para el bocata incluida, disfrutando del sol de media tarde y del paisaje otoñal que teníamos ante nosotros, finalizamos el descenso cuando alnzamos la pista que recorre los Llanos de Libar y que nos llevó hasta Montejaque, en donde tras recoger los coches repusimos electrolitos y emprendimos el camino de vuelta hacia Sevilla.

Finalmente la ruta fue todo un éxito, un grupo excelente donde pudimos disfrutar de una maravillosa compañia y maravillosa ruta. Ruta 10 donde las haya.  Pasamos un gran día, ¡Si señor!
  

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