De Benaocaz a la Casa Dornajo y más allá...

Benaocaz, en la sierra de Grazalema, 10:30 de la mañana. Comenzamos nuestra excursión convencidos de que vamos a tener un día espléndido, con una previsión de 17 ºC a unos 1000 metros de altitud, ¡toda una suerte para disfrutar un 10 de enero de la sierra!

A la salida del pueblo pasamos al lado de una fuente bien acondicionada y señalizada, para entrar en una finca con ganado suelto. Esas vacas enormes nos intimidan un poco; pasamos alejándonos de ellas, pero al parecer solamente las que tienen terneritos parecen estar al acecho, como debe ser.

La primera parte de la excursión tiene una cuesta ascendente suave, dejando a nuestra derecha una escarpada hilera de montañas que superan los 1300 m de altitud: la Sierra del Caíllo. El paisaje que vemos está salpicado de encinas y matorral mediterráneo, y el terreno es bastante pedregoso. A nuestra izquierda dejamos también una serie de montañas más bajas y con alturas más irregulares, que incluyen la cumbre del Navazo Alto. Entre nosotros y ellas se abre un precioso collado que se muestra bastante verde, aunque la lluvia no ha sido suficientemente generosa como para que algún pequeño arroyo que cruzamos llevara agua.

A un par de horas de caminata nos encontramos con el "dornajo", una especie de abrevadero de piedra, bastante pintoresco y, esta vez sí, repleto de agua.



Un poco más allá encontramos la Casa del Dornajo, unas ruinas de piedra blanca de un antiguo cortijo.


De frente en el sentido de la marcha vemos las famosas cumbres del Simancón y el Reloj. Nuestra intención es hacer una ruta circular de unos 13 km dejando a la izquierda el Navazo Alto para llegar al Salto del Cabrero y de allí regresar a Benaocaz, pero comprobamos con el gps que nos estamos desviando de la ruta y comenzamos a bajar hacia el fondo del collado que pasa entre los dos grupos de montañas.


Esta zona es más umbría y comienzan a aparecer musgos en las rocas y en los troncos de los árboles, algo que le da un encanto especial al paisaje. Bajamos bastantes metros por este terreno húmedo y pedregoso, sin dejar de levantar la vista de vez en cuando para disfrutar del paisaje que nos rodea.


En la parte más baja del valle, y justo en la mitad de nuestra ruta circular planificada, encontramos un muro de piedra bastante explícito que nos obliga a marcharnos si no queremos tener problemas con el propietario del terreno, que sabemos por otras ocasiones que no está muy dispuesto a dejarnos atravesar sus tierras. Es una decepción bastante grande para algunos y nos vemos obligados a volver sobre nuestros pasos, después de una pausa para comer en un entorno precioso entre dos paredes de roca bastante escarpadas.

La subida con el estómago lleno se hace algo costosa pero llevadera, atravesamos el valle esta vez por una zona sin árboles, y realmente notamos que el sol es muy intenso y que es necesario aligerarnos bastante de ropa.


Nuestras conversaciones nos tienen tan entretenidos que nos despistamos y el grupo se divide en dos... a punto estamos de estrenar el silbato para emergencias, pero un par de "gritos" son suficientes para reencontrarnos ;)


Volvemos a pasar por el abrevadero del Dornajo y las ruinas, volvemos a encontrarnos las vacas expectantes (el perrito Boti parece muy dispuesto a defendernos en caso necesario), a cruzar el arroyo casi seco, y finalmente una calzada romana tremendamente irregular que, a mí al menos, acaba de destrozarme los pies ya fatigados después de caminar por el pedregal y las cuestas.


Para terminar, llegando al pueblo, algunos de nosotros nos quedamos rezagados y notamos que comienza a nuestra derecha el barrio nazarí, antiguas ruinas de piedra muy curiosas porque los muros semi derruidos se han seguido utilizando para delimitar las parcelas, pero dentro de ellas podemos ver que han construido casas nuevas de diferente material. El entorno es muy pintoresco, de interés histórico y arqueológico.



Al llegar a los coches, la puesta de sol que podemos ver desde allí arriba es el colofón perfecto a esta estupenda jornada de senderismo (con permiso de las cervecitas de autohomenaje que cayeron justo después ;)


¡Gracias, amigos, por vuestra compañía!


Comentarios

  1. Una crónica perfecta Carmen. Tenemos que repetir y esta vez ir al arco gótico y al coagarzal, que realmente dejamos muy cerca al subir de vuelta del cortijo de marras.

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  2. Sí, fue una pena, me ha dado hasta apuro mencionarlo, jeje... pero tenemos muchos fines de semana por delante :D

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  3. Buena prosa y magníficas fotografías! Y efectivamente que habrá más fines de semana para deleitarnos!

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  4. ¡Tus fotos serán mil veces mejores, segurísimo! La próxima entrada, adjudicada a Virginia :D

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  5. Muy buena crónica. Y por supuesto irémos y repetiremos sin pasar por el Cortijo de Amarra.Asignatura pendiente El tunel de coagarzal y arco gótico. Besis mucho

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