La Madición del Torrecilla II Parte. Senderos de la Fuente Nueva-Guadalora y del Aguila

Continua la maldición, segundo intento y segundo fiasco, la noche anterior, la consulta a la previsión del tiempo hace saltar todas las alarmas, ya que amenazan fuertes lluvias y nieve. Por lo que en finalmente y en el último momento, dedicidimos marcharnos a Hornachuelos ha realizar el sendero del Guadalora, aunque finalmente realizamos esta rutita, una circular de 22 kilómetros que partiendo desde el centro de visitantes de Huerta del Rey, en Hornachuelos, camino que enlaza tres senderos muy interesantes, Sendero de la Fuente Nueva, Sendero del Guadalora y Sendero del Aguila. 

Partiendo del centro de visitantes iniciamos nuestro camino por una senda de dehesa y monte bajo, ascendiendo suavemente y transitando por una zona de encinas, dehesa y sembrados, llegando a la Fuente del Conejo, un  lugar pintoresco e interesante, encontrando durante nuestro recorrido unos observadores muy curiosos, acompañados en todo momento por el canto de los pájaros, que no nos abandonaría hasta poco antes de llegar a Hornachuelos de nuevo.


Tras una parada en la Fuente del Conejo, para disfrutar del paisaje y la paz de la zona, aderezado todo ello por un tractor que pasaba ocasionalmente por allí, retomamos la marcha para llegar a la entrada del sendero del Guadalora, donde bajamos al rio y nos encontramos un antiguo molino y un rio que llevaba agua en abundancia,  y una sinfonía de cantos de aves que nos transportaba a la primavera, aunque aún estuviesemos en pleno invierno. Pudibmos observar un Martín Pescador, varios buitres en su posadero haciendo exhibiciones de sus capacidades de vuelo y una cabra despistada de su rebaño.

Entrada al sendero del Guadalora 



El Guadalora en todo su esplendor



y el visitante caprino.


Tras una nueva parada para almorzar contniuamos nuestro camino y ya tomamos el camino de vuelta hacia Hornachuelos por el sendero del Aguila con un paisame más abierto y mas trillado por el hombre pero igualmente bonito, donde nos separamos del río y comenzamos un sube y baja de pequeños repechos que nos hicieron sudar lo suyo, pero antes nos cruzamos con un pastor y su rebaño de cabras,


Llegamos a un antiguo cortijo abandonado, sobre una loma que disfrutaba de unas vistas maravillosas sobre el valle del Guadalquivir, una pena el lamentable abandono del cortijo





Finalmente llegando a los alrededores de Hornachuelos, el paisaje se volvivó más "civilizado" abunando las plantaciones de naranjos y olivos. Volviendo finalmente al centro de visitantes a recoger nuestro coche.





Comentarios

  1. Debió ser muy agradable esto que llamas "rutita", aunque con 22 km es una señora ruta ;)

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