La Maldición del Torrecilla III Parte

Tras una semana de planificación, este sabado acometimos nuestro tercer intento de subir al Torrecilla.Todo parecia perfecto para una jornada senderísta ideal, sol, cielo despejado, hasta calorcito, nos las prometiamos muy felices en esta jornada.  Pero llegando a Ronda, aparecieron los nubarrones, ya que toda las alturas de la sierra estaban bajo un mar de nubes, pero aún así no abandonamos nuestras esperanzas y continuamos hasta el area recreativa de los Quejigales, desde donde pudimos observar que las alturas estaban todas cubiertas y que las vistas, de haberlas serían pésimas.

Tras preparar las mochilas iniciamos nuestra subida por la cañada del cuerno, un desnivel de unos 300 metros pero muy asequible, rodeados inicialmente de pinos de repoblación que un poco más adelante fueron sustituidos por majestuosos Pinsapos, que nos transportaban a épocas lejanas, teniendo que sortear de cuando en cuando algún pinsapo caído.



Una vez alcanzamos el puerto de los pilones, nuestros temores se confirmaron, la niebla lo cubre todo y una visibilidad de no más 40 metros, además de un fuerte viento que no consiguió restarnos un ápice de animo. A pesar de las circunstancias, continuamos nuestro camino hasta el Torrecilla, decididos a conseguir nuestro objetivo, cubiertos por la niebla y azotados por viento en un paraje que se había vuelto fantasmagórico, del que de cuando en cuando figuras retorcidas salían de la niebla para observanos, que finalmente no eran si no troncos secos de viejos quejigos. Una vez llegamos al nevero restaurado, el viento arreció, la niebla se cerró aún más, por lo que en vistas de las circunstancias y viendo que la maldición volvía a cernirse sobre nosotros, decidimos dejar el Torrecilla para otra ocasión y cambiar nuestro objetivo a la Peña de los Enamorados, por si había mejor suerte, así que nos deviamos de la ruta inicial, continuamos nuestro camino hacia la peña, pasando un una sima pero la nula visibilidad que había en esos momentos nos hizo pasar de largo, además el viento arreciaba con más fuerza aderezado además por un frío bastante intenso, por lo cual tomamos la mejor decisión que se podía, volvernos para atras y bajar, la montaña no nos quería en sus dominios.


Iniciamos nuestra vuelta, volviendo sobre nuestros pasos, haciendo un pequeño descanso en un lugar protegido, para comer los bocadillos y recuperar fuerzas. Una vez repuestas estas, iniciamos el descenso, pero bajando esta vez por la Cañada de las Animas. En esta ocasión la montaña se apiadó de nosotros y como premio por cumplir con sus designios, nos mantuvo protegidos de la niebla para que pudiesemos observar el maravilloso bosque primigenio de grandes y majestuosos pinsapos centenarios, adornadospor alguna brizna de niebla que provenía de las alturas. Asi continuamos nuestro descenso, gratamente maravillados con el espectaculo hasta llegar de nuevo al aparcamiento, donde finalizamos nuestra aventura y nos conjuramos para una cuarta intentona de llegar a la cima del Torrecilla y bajar para poder contarlo.








Comentarios

  1. Preciosa crónica José Luis , no se podría contar mejor.Siempre nos quedará el Torrecilla!!!

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  2. Preciosa crónica José Luis , no se podría contar mejor.Siempre nos quedará el Torrecilla!!!

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  3. Sí, un relato espectacular, y espero que a la próxima la montaña nos trate mejor :D

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